Carlos Amaya descarta candidatura presidencial

En un giro inesperado que ha sacudido el panorama político colombiano, el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, descartó este jueves su participación como candidato presidencial para las elecciones de 2026. La noticia, que se ha viralizado en las últimas 72 horas, representa un cambio significativo en las proyecciones electorales, especialmente para los sectores progresistas que veían en Amaya una figura capaz de tender puentes entre diferentes corrientes políticas.

“La decisión está tomada. Continuaré trabajando por Boyacá hasta el 31 de diciembre de 2027”, afirmó Amaya en una entrevista concedida a Caracol Radio, donde explicó que su compromiso con los boyacenses, especialmente con los campesinos, está por encima de cualquier aspiración presidencial. “Los campesinos me decían ‘por favor gobernador no renuncie, lo necesitamos acá’. Siento que tengo un compromiso con ellos y ellos confiaron en mí”, añadió.

Esta decisión llega en un momento crítico para la configuración de las candidaturas presidenciales, cuando apenas comienza a definirse el mapa de aspirantes para los comicios de 2026. Según analistas políticos, la renuncia de Amaya deja un vacío importante en el espectro del centro-izquierda, donde era visto como una figura moderada con capacidad de diálogo.

Búsqueda de un heredero político en el Petrismo.

Aunque Carlos Amaya ha sido considerado cercano al gobierno actual, durante su entrevista aclaró: “Yo no soy petrista, lo que me corresponde es trabajar de la mano con el gobierno para el bien de mi departamento”. Esta declaración refleja la compleja relación entre el mandatario regional y el proyecto político del presidente Gustavo Petro, quien según fuentes cercanas al gobierno, busca un candidato que pueda dar continuidad a su legado.

La decisión de Amaya coincide con recientes tensiones en el entorno del presidente Petro. Hace apenas dos semanas, durante un evento en el Catatumbo, el mandatario sorprendió al referirse a Gustavo Bolívar y otros funcionarios que han renunciado recientemente para preparar sus candidaturas, afirmando que “quien renuncie porque tiene una aspiración, ya se va”, en un gesto que llamó la atención por la histórica cercanía entre Petro y Bolívar.

“El distanciamiento entre Petro y Bolívar marca un punto de inflexión en la configuración del petrismo para 2026”, explica Catalina Rodríguez, analista política de la Universidad Nacional. “Bolívar era visto como el heredero natural, pero ahora el presidente parece estar evaluando otras opciones, y la negativa de Amaya complica aún más el panorama”.

Roy Barreras Regresa al Ruedo.

En contraste con la decisión de Amaya, el exembajador de Colombia en Londres y exsenador, Roy Barreras, ha regresado al país con declaraciones contundentes sobre el futuro electoral. Tras dejar formalmente su cargo diplomático el 20 de mayo, Barreras ha afirmado que “la centroizquierda ganará las elecciones presidenciales de 2026 en Colombia, mucho más poderosa”.

En una entrevista con la revista Cambio, Barreras explicó que su regreso no está vinculado a una negociación con el presidente Petro para obtener su respaldo. “Petro no se deja convencer de nadie… A nadie se le ocurre pensar que Petro va a suponer que hay alguien mejor que él para encarnar las soluciones sociales”, afirmó.

Sin embargo, el exsenador dejó clara su visión sobre la continuidad del proyecto progresista: “El gobierno de Petro no fue un accidente pasajero y la próxima elección será decisiva para consolidar el cambio social”. Según Barreras, la derecha perderá en 2026 “porque están muy fragmentados, en una guerra de egos y de ambiciones, y porque no tienen sensibilidad social”.

“Las declaraciones de Barreras representan el inicio de una estrategia para posicionarse como una alternativa viable dentro del espectro progresista”, señala Juan Carlos Vélez, consultor político. “Su experiencia en la construcción de coaliciones y su perfil menos polarizante podrían convertirlo en una figura clave para las elecciones de 2026”.

Cronología: Mayo 2025

La última semana ha sido particularmente intensa en términos de posicionamiento electoral:

20 de mayo de 2025: Roy Barreras deja formalmente su cargo como embajador en Londres y regresa a Colombia.

25 de mayo de 2025: En entrevista con Cambio, Barreras predice la victoria de la centroizquierda en 2026 y critica la fragmentación de la derecha.

27 de mayo de 2025: La Registraduría Nacional y la Policía Nacional anuncian un plan conjunto contra noticias falsas y para reforzar la ciberseguridad electoral de cara a los comicios de 2026.

• 28 de mayo de 2025: Inicia en Colombia el registro de comités inscriptores de candidaturas avaladas por firmas para las elecciones presidenciales.

30 de mayo de 2025: Carlos Amaya anuncia su decisión de no aspirar a la presidencia y completar su mandato como gobernador de Boyacá.

Análisis: Reconfiguración del tablero electoral

La decisión de Amaya y el regreso de Barreras están reconfigurando el panorama electoral a un año de las elecciones presidenciales. Según la última encuesta de Invamer, publicada el 15 de mayo, Gustavo Bolívar lidera la intención de voto con un 18,3%, seguido por Vicky Dávila con un 13,7% y Sergio Fajardo con un 11,4%.

Sin embargo, estos movimientos recientes podrían alterar significativamente estas cifras. “La renuncia de Amaya podría beneficiar a figuras como María José Pizarro, quien ha mantenido un perfil más bajo pero consistente dentro del petrismo”, explica Rodríguez. “Por otro lado, el regreso de Barreras introduce un factor de experiencia y moderación que podría atraer a votantes de centro que se sienten incómodos con opciones más polarizantes”.

Para Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), estos movimientos reflejan una maduración del proceso electoral. “Estamos viendo decisiones más reflexivas y menos impulsivas. Amaya prioriza su compromiso regional sobre la ambición presidencial, mientras que Barreras regresa con un discurso que busca construir puentes entre diferentes sectores progresistas”.

Autoridades se preparan para garantizar transparencia.

En medio de estos movimientos políticos, las instituciones electorales también han comenzado a prepararse para los comicios de 2026. Esta semana, la Registraduría Nacional del Estado Civil y la Policía Nacional anunciaron un plan conjunto para combatir las noticias falsas y reforzar la ciberseguridad electoral.

“Rumbo a las elecciones de 2026, la Registraduría y la Policía lanzan plan contra noticias falsas y refuerzan la ciberseguridad para garantizar transparencia electoral”, informó El Colombiano en una publicación que ha generado amplio debate en redes sociales.

Esta iniciativa responde a la creciente preocupación por la desinformación y los ciberataques que podrían afectar el proceso electoral. Según expertos en seguridad digital, las elecciones de 2026 enfrentarán desafíos sin precedentes en términos de manipulación informativa y ataques cibernéticos.

“La protección de la integridad electoral ya no se limita a garantizar la seguridad física de las urnas, sino que debe extenderse al ámbito digital”, explica María Fernanda Cabal, especialista en ciberseguridad de la Universidad de los Andes. “Las autoridades están tomando medidas preventivas con más de un año de anticipación, lo que refleja la magnitud del desafío”.

Lo que viene en el horizonte electoral.

A un año de las elecciones presidenciales, varios factores determinarán la evolución del panorama político:

1. Definición de candidaturas oficiales: El Pacto Histórico deberá resolver quién será su candidato ante la negativa de Amaya y las tensiones con Bolívar. Figuras como María José Pizarro y Roy Barreras podrían ganar protagonismo.

2. Consolidación de alianzas: La centroizquierda que menciona Barreras deberá materializar acuerdos programáticos y electorales para enfrentar a una derecha que, aunque fragmentada, mantiene un caudal electoral significativo.

3. El factor económico: La percepción sobre la situación económica del país será crucial. Según la última encuesta de Invamer, el 68% de los colombianos considera que la economía está empeorando, lo que podría beneficiar a candidatos opositores.

4. La aprobación de Petro: Con una aprobación que oscila entre el 28% y el 33% según diferentes encuestas, el respaldo del presidente será un activo valioso pero también un posible lastre para el candidato oficialista.

Las elecciones de 2026 serán, en gran medida, un referendo sobre la gestión de Petro“, concluye Restrepo. “Pero también una oportunidad para que emerjan nuevos liderazgos capaces de superar la polarización que ha caracterizado la política colombiana en la última década“.

Mientras tanto, los ciudadanos colombianos observan con atención estos movimientos iniciales de lo que promete ser una de las contiendas electorales más definitorias para el futuro del país.

Fuentes: Entrevistas con Carlos Amaya (Caracol Radio) y Roy Barreras (Revista Cambio), análisis de expertos políticos, encuestas de Invamer (mayo 2025), y reportes de medios nacionales como Infobae, El Colombiano y la Registraduría Nacional del Estado Civil.

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