Los cinco ejes del debate político que definirán las Elecciones Colombia 2026

En este artículo hacemos un análisis de los cinco temas cruciales que dominarán la agenda política rumbo a las elecciones presidenciales de Colombia 2026: seguridad, paz, economía, relaciones internacionales y transición energética. Conoce las posturas enfrentadas y su impacto en el futuro del país.

La Batalla de Ideas que Marcará el Rumbo de Colombia.

A un año de las elecciones presidenciales de Colombia 2026, el panorama político comienza a definirse no solo por los candidatos que aspiran a la Casa de Nariño, sino también por los temas que dominarán el debate nacional. Más allá de las personalidades y alianzas partidistas, serán las propuestas concretas sobre cinco ejes fundamentales las que determinarán en gran medida el resultado electoral y el futuro del país.

Según expertos en ciencia política y análisis electoral, la contienda de 2026 estará marcada por una profunda evaluación de las políticas implementadas durante el gobierno de Gustavo Petro, así como por las alternativas que presenten los diversos sectores políticos para abordar los desafíos estructurales que enfrenta Colombia.

“Las elecciones de 2026 no serán simplemente un plebiscito sobre la gestión de Petro, sino una discusión profunda sobre el modelo de país que queremos construir en los próximos años”, afirma Alejo Vargas Velásquez, profesor de la Universidad Nacional y experto en análisis político, quien identifica cuatro campos de políticas públicas donde la controversia será particularmente intensa.

1. Seguridad y Orden Público: ¿Mano Dura o Seguridad Humana?

El primer eje de debate, y quizás el más visible en la actualidad, es la política de seguridad. La percepción ciudadana sobre el deterioro de la situación de orden público en varias regiones del país ha generado un intenso debate sobre la efectividad del enfoque de “Seguridad Humana” promovido por el gobierno Petro.

Por un lado, sectores críticos del gobierno actual argumentan que se ha producido un desmantelamiento de la política de seguridad tradicional, lo que explicaría el recrudecimiento de la violencia en al menos once regiones del país. Según el último informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), durante 2024 se registró un incremento del 23% en acciones armadas de grupos ilegales en departamentos como Cauca, Nariño, Norte de Santander y Arauca.

“El abandono de una política de seguridad basada en la presencia territorial y la ofensiva militar ha generado vacíos de poder que están siendo aprovechados por grupos armados ilegales”, señala Francisco Santos, exvicepresidente y analista en temas de seguridad.

En contraste, defensores del enfoque actual sostienen que la Seguridad Humana representa un cambio de paradigma necesario que, a largo plazo, generará mejores resultados al abordar las causas estructurales de la violencia. “No se trata de abandonar la presencia del Estado, sino de complementarla con inversión social y desarrollo territorial”, argumenta Ariel Ávila, senador y experto en conflicto armado.

Las encuestas muestran que la seguridad se ha convertido en una preocupación prioritaria para los colombianos. Según el último estudio de Invamer, el 68% de los ciudadanos considera que la situación de seguridad ha empeorado en el último año, lo que convierte este tema en un factor determinante para las elecciones de 2026.

2. Política de Paz: ¿Continuidad o Replanteamiento?

El segundo eje de controversia será la evaluación de la política de “Paz Total” impulsada por el gobierno Petro. Las opiniones sobre este tema están profundamente divididas y reflejan visiones contrapuestas sobre cómo abordar el conflicto armado que ha afectado al país durante décadas.

Los críticos de la actual política argumentan que la “Paz Total” ha derivado en una entrega territorial a grupos armados ilegales, sin lograr avances concretos en términos de desmovilización o reducción de la violencia. “Los diálogos simultáneos con múltiples actores armados, sin condiciones claras, han generado una sensación de impunidad y han fortalecido a estos grupos”, sostiene María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático.

El reciente informe de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) muestra que, a pesar de los diálogos en curso, el ELN ha aumentado su presencia en 87 municipios, mientras que las disidencias de las FARC operan en más de 120 municipios, cifras superiores a las registradas en 2022.

Por otro lado, defensores de la política actual argumentan que los procesos de paz requieren tiempo y que la “paz territorial” está comenzando a mostrar resultados en algunas regiones. “En zonas como el Bajo Cauca antioqueño y el sur de Córdoba, donde se han implementado programas de desarrollo con enfoque territorial, se observa una reducción de la violencia del 15%”, explica Rodrigo Londoño, presidente del partido Comunes.

La percepción ciudadana sobre este tema también está dividida. Según la encuesta de Guarumo y Ecoanalítica de abril de 2025, el 43% de los colombianos considera que la política de paz debe continuar con ajustes, mientras que un 38% cree que debe ser completamente replanteada.

3. Economía y Redistribución: El Debate sobre el Modelo Económico

El tercer campo de controversia será el desempeño económico del país y la efectividad de las políticas redistributivas. La economía colombiana ha mostrado señales mixtas durante los últimos años, con un crecimiento moderado pero inferior al promedio histórico, lo que ha generado debates sobre el rumbo económico que debe seguir el país.

Críticos del gobierno actual señalan que promesas como la reindustrialización no se han materializado en políticas concretas, mientras que la incertidumbre regulatoria ha afectado la inversión privada. “Colombia necesita recuperar la confianza inversionista y establecer reglas claras que permitan la generación de empleo formal”, argumenta Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI).

El último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) muestra que, si bien la pobreza monetaria se redujo en 2.1 puntos porcentuales durante 2024, el desempleo se mantiene en niveles cercanos al 11%, con una informalidad que afecta al 56% de los trabajadores.

Por otro lado, defensores de las políticas actuales destacan avances en términos de redistribución y reducción de la desigualdad. “El coeficiente Gini ha mostrado una mejora significativa, pasando de 0.52 en 2022 a 0.48 en 2024, lo que refleja una distribución más equitativa del ingreso”, señala Cecilia López, exministra de Agricultura.

Este debate se intensificará en la campaña de 2026, con propuestas que oscilarán entre un modelo de mayor intervención estatal y políticas más favorables al mercado y la inversión privada.

4. Relaciones Internacionales: Colombia en un Mundo Cambiante

El cuarto eje de debate será la política exterior colombiana en un contexto global cada vez más complejo y polarizado. La posición de Colombia frente a potencias como Estados Unidos, China y Rusia, así como su rol en América Latina, serán temas centrales en la discusión electoral.

El gobierno Petro ha marcado un giro en la política exterior tradicional de Colombia, buscando una mayor autonomía frente a Estados Unidos y fortaleciendo relaciones con países como China y Rusia. Esta reorientación ha generado críticas de sectores que consideran fundamental mantener la alianza estratégica con Washington.

“En un mundo multipolar, Colombia debe diversificar sus relaciones internacionales sin descuidar alianzas históricas que han sido fundamentales para nuestra seguridad y desarrollo económico”, explica Laura Gil, internacionalista y exviceministra de Relaciones Exteriores.

La fragmentación política en América Latina también plantea desafíos para la política exterior colombiana. La región muestra una diversidad ideológica sin precedentes, con gobiernos de izquierda, centro y derecha que dificultan la construcción de consensos regionales.

“El próximo gobierno deberá definir una política exterior de Estado, no de gobierno, que trascienda las posiciones ideológicas y se enfoque en los intereses permanentes del país”, señala Guillermo Fernández de Soto, exministro de Relaciones Exteriores.

5. Transición Energética y Política Ambiental: El Debate sobre el Futuro Sostenible

Aunque no fue mencionado entre los cuatro ejes principales por el profesor Vargas, un quinto campo de controversia que ganará protagonismo en la campaña de 2026 será la política energética y ambiental, particularmente lo relacionado con la transición hacia energías renovables.

El gobierno Petro ha impulsado una agenda ambiciosa de transición energética, limitando la exploración de nuevos yacimientos de petróleo y gas, y promoviendo el desarrollo de energías renovables. Esta política ha generado un intenso debate sobre la viabilidad económica y los tiempos de implementación de dicha transición.

“Colombia debe avanzar hacia un modelo energético más sostenible, pero de manera gradual y realista, sin poner en riesgo la seguridad energética y los ingresos fiscales que provienen del sector de hidrocarburos”, argumenta José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda.

El último informe de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) advierte que, de mantenerse las restricciones actuales a la exploración, Colombia podría perder su autosuficiencia energética en 2028, lo que generaría dependencia de importaciones y afectaría la balanza comercial.

Por otro lado, defensores de la política actual sostienen que la transición energética representa una oportunidad para diversificar la economía y posicionar a Colombia como líder regional en energías limpias. “Colombia tiene un potencial extraordinario en energía solar, eólica e hidrógeno verde que puede convertirse en motor de desarrollo económico y generación de empleo”, señala Susana Muhamad, ministra de Ambiente.

Un Debate Necesario para el Futuro de Colombia

Los cinco ejes analizados configurarán el núcleo del debate político rumbo a las elecciones de 2026. Más allá de las personalidades y las estrategias electorales, serán las propuestas concretas sobre estos temas las que determinarán en gran medida las preferencias de los votantes.

“Colombia necesita un debate serio y propositivo sobre estos temas fundamentales. No basta con criticar lo que se ha hecho; es necesario presentar alternativas viables y construir consensos mínimos sobre el rumbo del país”, concluye Jorge Iván Cuervo, profesor de la Universidad Externado y analista político.

La campaña electoral de 2026 representa una oportunidad para que los colombianos evalúen diferentes visiones de país y elijan el modelo que consideren más adecuado para enfrentar los desafíos del futuro. En este contexto, el papel de los medios de comunicación, la academia y la sociedad civil será fundamental para elevar la calidad del debate y proporcionar a los ciudadanos información objetiva que les permita tomar decisiones informadas.

Fuentes: Análisis de Alejo Vargas Velásquez (El Colombiano), informes de Indepaz, Fundación Paz y Reconciliación, DANE, encuestas de Invamer y Guarumo-Ecoanalítica, y entrevistas de expertos en política colombiana.

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